Dos semanas después de la reunión de las mayores economías desarrolladas y emergentes del mundo que integran el G20, donde prometieron un paquete financiero de hasta 1.1 billones de dólares (millón de millones) en un intento por recuperar la senda del crecimiento económico, el desafío ahora es pasar a los hechos y, sobre todo, si países como Nicaragua pueden acceder a parte de los recursos, cuándo y bajo qué términos.
El economista Alfredo Coutino, director para Latinoamérica de Moody's Economy.com, detalla que el G20 acordó triplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a 750 mil millones de dólares “para apoyar las necesidades de financiamiento de países que se encuentran con problemas derivados de los efectos de la crisis internacional”.
A esto hay que agregarle 250 mil millones “para financiar y estimular el comercio internacional” y 100 mil millones de dólares más “que estarán disponibles” en los bancos Mundial (BM) e Interamericano de Desarrollo (BID).
Pero los recursos que podrían estar disponibles para países de bajos ingresos y Pobres Altamente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), como Nicaragua, se reducen en monto y en mecanismos para obtenerlos.
El economista Alfredo Coutino, director para Latinoamérica de Moody's Economy.com, detalla que el G20 acordó triplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a 750 mil millones de dólares “para apoyar las necesidades de financiamiento de países que se encuentran con problemas derivados de los efectos de la crisis internacional”.
A esto hay que agregarle 250 mil millones “para financiar y estimular el comercio internacional” y 100 mil millones de dólares más “que estarán disponibles” en los bancos Mundial (BM) e Interamericano de Desarrollo (BID).
Pero los recursos que podrían estar disponibles para países de bajos ingresos y Pobres Altamente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), como Nicaragua, se reducen en monto y en mecanismos para obtenerlos.
El G20 acordó que se deberán usar “recursos por 60 mil millones de dólares, producto de la venta del oro del FMI para financiar el subsidio necesario para otorgar créditos concesionales a países pobres en los próximos 2 ó 3 años”, indicó un alto cargo del organismo multilateral.
El economista Néstor Avendaño confirma que, efectivamente, el FMI tendrá que obtener recursos de la venta de parte de sus reservas de oro “para poder otorgar créditos a países HIPC, es decir para un total de 43, incluido Nicaragua y Honduras en Centroamérica”.
“¿Cuándo puede suceder la venta de una parte de las reservas de oro del FMI? No se sabe por ahora. Esto condicionará, en parte, cuándo Nicaragua podría acceder a estos recursos si llegase a concretarse esto”, indica Avendaño.
En ese sentido, la disponibilidad a tiempo de tales recursos y la concesionalidad de los mismos, es decir los términos bajo los cuales podrían ser otorgados a los países pobres, condicionan la posibilidad de que Nicaragua pueda solicitar y obtener un monto que estime conveniente.
De hecho, antes de la reunión del G20, a inicios de abril en Londres, el gobierno del Presidente Daniel Ortega había solicitado al FMI una línea de crédito de 100 millones de dólares —adicionales a los 111 millones de dólares comprometidos en el marco del programa económico vigente desde 2007— según su plan Defensa de la Producción, Crecimiento y Protección del Empleo para mitigar los efectos de la crisis financiera y económica mundial en el plano nacional. Hasta ahora no ha habido respuesta positiva.