3.09.2009

Hermetica


El hermetismo filosófico se erige sobre la base de un conjunto de escritos supuestamente aparecidos en Alejandría bajo el período de dominación romana en Egipto (entre los siglos I y III), y puestos bajo la advocación de Hermes Trimegisto. Probablemente, el hermetismo sea el "intento helénico" de sistematizar filosóficamente parte de las doctrinas religiosas y místicas de la cultura egipcia (aunque no tenemos por qué descartar otras influencias "orientales", como la israelita, por ejemplo). Asimismo, es muy probable que esta sistematización filosófica o "culta" se llevara a cabo sobre la base de otros escritos anteriores de ciencias ocultas (el llamado hermetismo técnico o popular). En esta definición nos ceñiremos a estos escritos tardoantiguos, que servirán de base para toda la vasta producción hermética posterior.
En cuanto al desarrollo histórico del hermetismo, no nos extenderemos, puesto que correríamos el riesgo de simplificar en exceso procesos demasiado complejos. La tradición hermética se "fundiría" con parte del entramado neoplatónico y el cristianismo incipiente durante la
Antigüedad tardía, y con la religión católica, el cisma luterano, y la cábala, a través de los filósofos (platónicos, herméticos) y magos del Renacimiento y el Barroco, pero en ningún caso se difuminaría el esqueleto de su filosofía. Asimismo, el hermetismo inspiraría, por su potencia seductora, muchas corrientes ocultistas decimonónicas. Su universo viviente y su exaltación del espíritu humano, servirían en el siglo XIX tal como sirvieron en el Renacimiento: para que muchos díscolos y extraños personajes se enfrentaran al mecanicismo, al materialismo y al racionalismo militante impuesto desde la "pedantería académica" (aristotélica o positivista) y la Ilustración.
Un caso aparte es la tesis (debida en buena parte a Yates) que erige a la filosofía hermética como uno de los motores propiciadores del advenimiento de la ciencia moderna en el siglo XVII. No entraremos en las numerosas críticas a esta aventurada teoría, pero sí apuntaremos que se fundamenta sólidamente en la concepción de magia natural renacentista y barroca, así como en la exaltación del hombre y su intervención en el mundo físico, definidora (por supuesto con muchos matices), como veremos más adelante, de la filosofía hermética.
Es muy difícil deslindar el hermetismo filosófico (místico) del hermetismo técnico (ocultista). Casi con total seguridad podemos decir que los filósofos herméticos fueron desde el principio practicantes de la
astrología, la alquimia y la magia. Aunque por encima de todo hay que considerar al hermetismo como un constructo filosófico (una amalgama de estoicismo, medioplatonismo, neopitagorismo y algo de aristotelismo), pero con fines "prácticos" (la meta de todo buen hermetista es alcanzar la comunión con Dios mediante la revelación teúrgica).
No se ha incidido demasiado en la obsesión de Festugière por deslindar la "gnosis optimista" de la "gnosis pesimista". Siempre desde nuestra visión, esta separación no se sostiene en los textos. El hermetismo no es en ningún caso una doctrina tan contradictoria. Por otro lado, es evidente que los "filósofos herméticos" no pretendían erigir un ensamblaje filosófico infalible.
La ordenación aquí ofrecida de los Hermetica filosóficos tardoantiguos tiene un valor eminentemente didáctico. La finalidad de esta "ordenación" es facilitar la comprensión de las doctrinas contenidas en el Corpus, el Asclepio, y en los Extractos de Estobeo y las Definiciones Armenias. Por lo tanto, la estructura ofrecida a continuación es, en cierto modo, subjetiva. Se han incluido aquí aquellas cuestiones y conceptos que, desde nuestro punto de vista, habría que destacar del ecléctico constructo filosófico hermético tardoantiguo.

2 comentarios:

estavo dijo...

esto ke?¡¡¡¡¡¡¡

Rosselim Jimenez dijo...

tienes las referencias de esa información plz!

 

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